Descripción
Me llamo Elena y estoy soltera.
Así comienza Estado: dejando de buscar, declarando mi estado civil y situación sentimental. Me presento como lo hacen quienes acuden a las reuniones de alcohólicos anónimos en las que se levantan, dicen su nombre y admiten públicamente su alcoholismo. Yo no tengo problemas con el alcohol —de momento— pero mi vida amorosa es un desastre y si sigue así puede que los tenga.
Este relato, en clave de humor, está narrado en primera persona y basado en hechos reales. Elena es una mujer irónica y sensible que, a punto de dejar atrás los treinta, solo quiere enamorarse; esta vez, si puede ser, de un hombre que merezca la pena.
Dirigiéndose directamente al lector, cuenta las dudas y los miedos de las mujeres en sus relaciones con los hombres, a través de experiencias propias y anécdotas vividas por sus amigas.
Esta historia habla de amores, desamores y meteduras de pata. En ella también hay miedos, soledad y estereotipos, pero sobre todo, hay amor propio y crecimiento personal.
En su primera novela, la autora pretende hacer reír y, por qué no, llorar al lector. También pone de manifiesto que las novelas y películas románticas a las que estamos acostumbrados, no siempre se corresponden con la vida real, ya que la protagonista no termina siendo rescatada por un príncipe azul, ni de ningún otro color.
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